La primera edición de quinientos ejemplares de este libro se imprimió en julio de 1994, merced a la generosidad de Eduardo Errera, de Editorial ACME S.A.C.I., titular de los derechos y editor de la Colección Robin Hood, la legendaria colección de libros de tapas amarillas, con la que generaciones de argentinos se internaron en la aventura de la literatura. A pocos días de salir de imprenta, unos trescientos ejemplares fueron sustraídos del baúl de mi auto, el día en que comenzaba su distribución. Fue un robo oportunista y al boleo, pero contribuyó a que el libro no tuviera oportunidad de circular más allá de un reducido círculo de amigos y poetas. Todo indicaba que el pobre botín obtenido había convertido en pulpa de papel. Sin embargo, con los años, de un modo solapado (y nunca mejor dicho así) comenzaron a aparecer ejemplares en lugares de venta libros usados, en particular en los parques Rivadavia y Centenario de Buenos Aires. Cuando me alertarno, corrí a ver los hijos pródigos, y allí estaban, codo a codo con los verdaderos miembros de la colección Robin Hood, entre Colmillo Blanco y Veinte mil leguas de viaje submarino. Los dejí allí, en buena compañía. De algún modo, fue justicia poética.
Años después, mi editor y amigo Javier Cófreces retoma el desafío de ayudarlo a volver. Lo ofrezco otra vez como prenda de identidad y amor a la lectura.
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